Las grandes novelas son Novelas de Autoayuda
En las últimas
décadas han proliferado un género de novelas que intentan transmitir enseñanzas
mediante la ficción, como las de Bach, Coelho o Barrios, pero si miramos hacia
atrás, descubriremos que siempre ha habido novelas que transmitían enseñanzas,
y que en realidad toda gran novela que sondea en los múltiples aspectos de la
naturaleza humana nos ayuda a conocernos y crecer. Las novelas de Tolstoi, de Mann,
de Dickens, de Kazantzakis, y de
muchísimos otros grandes escritores (sólo nombro a algunos de los que conocí y
admiré, pero hay muchísimos otros) son novelas que enseñan.
Podemos mediante la identificación con los
personajes y sus circunstancias, revivir nuestros propios dilemas y realidades.
Y eso puede revelar en nosotros algo que no veíamos, y ayudarnos así a
cambiarlo, sanarlo, transformarlo. Por ejemplo: ¿cuántas personas en el mundo se habrán identificado con el protagonista
de El Lobo Estepario, la gran novela de Herman Hesse, y a partir de eso
se habrán sentido parte de una solitaria muchedumbre con sus mismos rasgos y
sus mismos conflictos y anhelos? ¡Y
cuántos nos vimos reflejados en los personajes de Jack Kerouac, en esos
vagabundos del dharma!
Claro que una novela puede también mostrarme
una realidad diferente, y eso me da la posibilidad de soñar, de imaginar, de
proyectar, lo cual sana y transforma. Cuando hace más de veinte años apareció Puente
al Infinito, de Richard Bach, donde el autor plasmó magníficamente sus
sueños e ideales respecto a la pareja, fuimos muchos los que vimos manifestado
en ese modelo ideal nuestros propios sueños, y así los percibimos como posibles.
A veces una obra literaria cuenta historias
que tranquilizan y alegran, o que inspiran, o que inquietan... Pienso en Resurrección
del gran León Tolstoi, o en El filo de la Navaja, de William Somerset
Maugham, o en muchas novelas de Hesse, o en Abaddón el exterminador, de
Ernesto Sábato.
A lo largo de mi
vida fueron muchas las novelas que me ayudaron a crecer, a descubrirme, a
transformarme.
Y eso es lo que
intento brindar con mis novelas. El tiempo y mis lectores dirán si lo consigo.