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La tapa de siempre

La tapa de siempre
Violeta y el Camino de los 22 Arcanos

domingo, 6 de septiembre de 2015

Cuando el arte invita a la reflexión (2)



El Náufrago

    En este post me referiré a una película que es el contrapunto temático de “Mil veces buenas noches”. Si esta última es acerca de las elecciones en la vida, la que voy a comentar plantea una situación en la que es imposible elegir, en la que solamente podemos entregarnos. 
  El director de El Náufrago, Robert Zemeckis, se caracteriza por tratar profundos temas humanos y espirituales en sus películas, pero de un modo simbólico, jamás explícito. Y siempre sentí que esta película es una alegoría de la Entrega. 
    Después de un accidente de avión, el protagonista (Tom Hanks) es arrojado a una isla desierta, y cuando finalmente abandona las esperanzas de que lo encuentren, logra entregarse a su situación. En una escena casi al final, al contarle a un amigo sus vicisitudes en la isla (de la que no pensaba salir vivo), le confiesa que durante esos años de absoluta desesperanza sintió que lo único que podía hacer era “continuar respirando”, o sea, mantenerse con vida. 
   Al cabo de cuatro años, la marea trae a la playa una parte del avión, la cual le sirve de vela. Gracias a eso puede construir una balsa y abandonar la isla, aunque después de días remando, pierde la vela durante una tormenta. De nuevo, como durante esos cuatro años, su única opción es entregarse. Casi inconsciente yace sobre la balsa, que va a la deriva, hasta que ya en el límite de sus posibilidades de sobrevivir, se cruza en su camino una gran nave que lo rescata. 
   A mi juicio,  el mensaje central es que nuestra voluntad puede muy poco, porque hay fuerzas que determinan los acontecimientos y que siempre nos superan. Este tema aparece en otras películas de Zemeckis, como en “El Vuelo” (una película notable, que comentaré en otro post). Claro que ésta es mi interpretación, porque otras podrían mencionar el azar, y claro que hay mucho más para decir sobre El Naúfrago... Únicamente me he referido a lo que resonó más en mí. 
   Porque cuando una obra (novela, película, etc.) es realmente arte, resuena en los espectadores o lectores de muchas maneras, las cuales pueden ser muy distintas para cada uno e ir más allá, mucho más allá, que lo que sus autores inicialmente pretendían.  

Violeta y el Camino de los 22 Arcanos, casi tres años en este blog

      Cuando publiqué tres de mis novelas en forma de blog, varias personas me aconsejaron que no lo hiciera. Sin embargo, no estoy arrepent...