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La tapa de siempre

La tapa de siempre
Violeta y el Camino de los 22 Arcanos

sábado, 18 de julio de 2015

Cuando el arte invita a la reflexión: temas espirituales y existenciales en novelas y películas (1)




Mil veces buenas noches

  Esta excelente película, dirigida por Erik Poppe, además de plantear una historia muy actual y de profundo alcance, es de esas que invitan a polemizar. 
   Rebecca es una fotógrafa de guerra, y después de un incidente en un país árabe en el que casi pierde la vida, al volver a su hogar en Irlanda tiene que enfrentase a un terrible dilema. Su esposo (biólogo marino y ecologista), quien hasta ese momento había admirado su trabajo, le plantea que no lo soporta más, como tampoco lo soportan sus hijas (una pequeña y una adolescente), quienes están siempre a la espera de que su madre muera. 
   Rebecca (Juliette Binoche) es una idealista, su trabajo la apasiona y lo siente como una misión: ella quiere mediante sus fotografías mostrar a la gente lo que sucede en otros lugares del mundo, las injusticias que otros padecen. Pero su trabajo trae sufrimiento a los suyos. Desgarrada entre el tironeo de su vocación y el de su vida como madre y esposa, Rebecca tiene que elegir. Y al final de la película lo hace, aunque no diré en este post cual es su decisión, para no anticipar la evolución de la trama. 
  Sin duda, y sin llegar a un caso tan extremo, elegir entre la vocación y los deberes familiares es una elección difícil, y más para una mujer. Y habrá quienes opinen que la familia está primero, y otros que opinen que un ser humano debe seguir sus sueños e ideales, a costa incluso del sacrificio suyo y de sus seres queridos.  
 Mientras miraba la película, no dejaba de pensar que su protagonista era heroica, y que su pasión por testimoniar era algo valioso, pero que… no debería haber tenido hijos. La vida es muy corta, y no podemos abarcar todo. Y si nuestros ideales nos conducen en una dirección peligrosa (o algo equivalente, como un trabajo que nos quite la mayor parte del tiempo), y más siendo mujeres, deberíamos pensarlo mucho antes de ser madres. Y no creo que sea distinto en el caso de los hombres. La procreación era una necesidad en tiempos remotos, para que la especie no  desapareciera, pero en un mundo superpoblado como el de hoy renunciar a los hijos es una opción viable, y sobre todo para personas que desean una vida con riesgo, como la protagonista del film que comentamos. 
   Pero muchas personas pensarán de otro modo… 
  No hay respuesta única para este claro dilema. Creo que hay respuestas individuales, que dependerán de como cada uno es o siente.  
  

Violeta y el Camino de los 22 Arcanos, casi tres años en este blog

      Cuando publiqué tres de mis novelas en forma de blog, varias personas me aconsejaron que no lo hiciera. Sin embargo, no estoy arrepent...